Tal como lo dice su nombre están hechos para que sean inmersos o introducidos en algún fluido proporcionando calefacción mediante transferencia directa a través de ellos ya sea agua, aceite, petróleo, gases, ácidos, soluciones alcalinas o salinas.

El calefactor de inmersión puede ser estacionario ya que va montado en algún tipo de estanque sin un flujo de entrada y salida constante. En cambio, un calefactor de inmersión de paso el fluido esta circulando constantemente para adquirir la temperatura. Al ser utilizado sin algún fluido el calefactor se daña perdiendo en su totalidad la vida útil debido a su alta potencia la cual necesita del fluido para no someterlo a altas temperaturas provocando su incandescencia.

Los calefactores tubulares, pueden ser construidos en diferentes largos, potencias (watt) y voltajes. Pudiendo ser fabricados en diámetros de Ø 8 mm Y Ø 11 mm

(consulte por otros diámetros Ø especiales), construidos en materiales como acero inoxidable 316L y cobre.

Generalmente utilizados en aquellas industrias donde el calor es esencial en el proceso productivo, a necesidad del cliente.